Eran las 20:00 del 23 de septiembre, cuando abrieron las puertas de la sala Penélope de Madrid. ¿El motivo? El mejor. Concierto de Millencolin especial por el 10º aniversario del que para muchos es su mejor trabajo, Pennybridge Pioneers.
La sala estaba abarrotada, como no podía ser de otra forma, la ocasión lo merecía, después de todo, el 10º aniversario sólo es una vez en la vida.
Duró cosa de 3 horas largas, con dos teloneros incluidos, primero actuaron Atlas losing grip. Falló el sonido del cantante, el micro, no el, pero..es lo que tiene ser los primeros, te comes los fallos de sonido. Lo dieron todo, tanto que uno de los guitarristas, el rubio (lo reconozco no se su nombre) al finalizar la actuación se tiró al público. No se si les pilló desprevenidos, o que les falta ir al gimnasio, pero…se fueron al suelo con el. La cosa no pasó a mayores, por suerte. Después les tocó el turno a Twopointeight. Grata sorpresa, pues no les conocía, y la verdad que tienen estilo, carisma, y buena voz, bueno voces, pues en varias canciones se turnaron entre guitarristas (2) y bajista. Pero los allí presentes aguardaban para el momento que tanto se esperaba (aguardábamos), la salida al escenario de la mejor banda sueca de punk melódico.
Así, sobre las 22:00, digo yo…no estaba pendiente del reloj, saltaron Millencolin al escenario, tras una espera interminable de afinaciones de guitarras, micros y demás. Anécdota personal que a nadie salvo a mi interesará, es que estaba en segunda fila al principio de la primera canción de Millencolin, No Cigar. A mediados de esa canción estaba al final del local.¡Cuánto pogo en tan poco tiempo! Y es que llegó el delirio, el éxtasis, y sólo fue la primera canción. Creo que recordar, que siguieron el orden del disco. (Perdonad falta de información, pero estaba pendiente de disfrutar). Nikola Sarcevic sorprendió cuando en mitad del concierto se fue un momento para venir con la camiseta de la selección española u con el 10 a la espalda (Adivinad por qué) y con el nombre de Pennybridge Pioneers. Me impresionó tenerlos tan de cerca (lo poco que duré en segunda fila). Fuerza, estilo, pogos, gente subida en el escenario para saltar al público, gente nadando por encima, grandes canciones…gran noche. Además, Erik Ohlsson nos ofreció una versión de Knowledge de Operation Ivy totalmente inesperada. Pero es que se notaba que estaban difrutando en el escenario. Se lo pasaron tan bien o más que el público. Aunque si todos se lo pasaron como yo, creo que es difícil.
Perdonad la calidad de las fotos, pues no habia una camara buena (no somos profesionales) y con Millencolin era imposible intentarlo siquiera, se te iba a caer la cámara si o si.
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