Miguel Gila Cuesta nació en Madrid el doce de marzo de 1919, luchó y fue superviviente de la guerra
civil (se hizo el muerto en un pelotón de fusilamiento), supo adaptarse a la
dura época de posguerra y franquismo, y lo hizo haciendo reír a la gente,
quienes se abstraían de duro día a día.
Antes de hacerlo trabajó desde pequeño
(dejó los estudios con 13 años), para ayudar a su madre.
Comenzó como humorista gráfico, en la revista Exedra, Hermano Lobo y La Codorniz, pero
el cambio llegó, cuando como espontáneo en el Teatro Fontalba, donde se ganó al
público desde el primer momento, fue la primera de muchas grande actuaciones,
en esos años también hizo radio.
Su humor era blanco, (no por ello fácil o poco
elaborado) pese a tratar el tema de la guerra, genial en la crítica al régimen
imperante, y llamando al “enemigo”, quien sabía leer entre líneas sabía lo
genial que era, pese a la ignorancia de las nuevas generaciones que han llegado
a relacionarlo con el franquismo.
Triunfó en España y América Latina, y dejó una
huella imborrable en la memoria colectiva.
Volvió a España en los setenta, y fue reconocido como el mejor cómico, falleció en Barcelona el trece de julio de2001.
Muchos conocían a Gila pero pocos su vida antes de la fama, ha vuelto a ser recordado con un anuncio donde se juntan cómicos de todo tipo a rendirle homenaje.
Sea como sea el humor de Gila seguirá siendo atemporal y haciendo reir a todo el mundo.
